Quien haya mencionado que los tríos o menage a trois son desagradables, se equivoca. Ver compartir fluidos verbales entre tres grandes actores puede ser lo más parecido al éxtasis.
Ese ir y venir de diálogos se confluía estrictamente necesario en una época donde abunda más las tres dimensiones y todos sus efectos especiales, realimentarse del buen cine es siempre bienvenido.
Pensé que vería otra aburrida historia de época, de las miles que produce Hollywood. De esas donde toman dos o tres horas y tratan de condensar una historia de décadas, al final no se termina ni queriendo a los personajes porque no tuviste tiempo de apreciarlos lo suficiente, ni entendiendo de qué se trataba.
El que mucho abarca poco aprieta. Puede que suene a cliché barato, pero éste ha sido el éxito de este filme, que al manejar sólo un tema en específico, se ha convertido en algo más exquisito, más plausible y más digerible para la audiencia.
Así que si unimos a un director británico con experiencia para las historias de época (Tom Hooper), tres excelsos actores (Colin Firth, Helena Boham Carter y Geofrey Rush) y los mezclamos con una línea argumental muy simple, por lo tanto, más fácil de explotar, nos queda como resultado una simple y exquisita historia de un rey a quien se le hace imposible llevar a cabo un discurso por trastornos del habla.
Al no haber mayores distracciones como música, o efectos especiales, la mayor parte del peso del filme recae en la manera de contar la historia y en sus actores, y Colin Firth lo sabe. Por lo cual, ha logrado restringirse tanto a sí mismo, para luego poder sacar a flote al rey Jorge VI y explorar su personaje en tantas formas le sea posible, y lo ha terminado amoldando como una plastilina: he aquí el motivo por el cual se le ha hecho posible llevar consigo el Globo de Oro, la antesala de los Oscares.
La dirección simple y sin muchos aspavientos innecesarios de Hooper en cuanto a composición técnica es netamente teatral. Coloca a sus personajes y los deja interactuar entre ellos en un espacio sin movimientos absurdos de cámara. De igual forma, hace uso de recursos tan imperceptibles como colocar a los personajes caminar al unísono para dejar entrever que existe una gran cohesión emocional entre ellos.
Y Hooper convierte a un monarca en un hombre común, retraído, con leves impresiones infantiles y lo acerca a su público y lo coloca al lado de su controvertido y afable mentor, creando una fuerte amistad a través de la risa, la confianza, la nobleza y la verdad. Sir Michael Gambon (famoso por su rol de Dumbledore en la septología de Harry Potter), se incluye en este gran elenco y con su sola presencia de unos minutos puede investir al rey Jorge V de manera brillante.
Un dramedy austero y brillante que saca a relucir las mejores dotes actorales de este trío, que habla acerca de superar los demonios personales, -el conflicto mayor que un enemigo exterior- a través de un nada convencional mentor.
Con un globo de oro en las manos y 14 nominaciones BAFTA, ya veremos este filme bien posicionado en los Oscares.
Escena para no perderse: Absolutamente todas.
Mi recomendación: Véala tan pronto como pueda y podrá apreciar el buen cine.
5 comentarios:
Espero verla pronto, he leído buenas recomendaciones y el tema -simple como explicas, pero bien desarrollado- como el avance cinematográfico me han enamorado, además confio en Geoffrey Rush que aunque no tan popular muy buen actor, también en Colin Firth que lo veo como el mejor prospecto inglés de la actualidad. Besos.
Mario
Me encantó la película, acabo de comentarla en mi blog.
¡Saludos!
Me he colocado como seguidor de tu bitácora, si gustas sigueme tu también. Saludos.
Mario.
Es una buena película. Para mí destacar las actuaciones del trio protagonista más que la forma y el fondo de la película. En mi opinión demasiado hinchada a Oscar en decrimento de la verdadera obra maestra del año: Cisne Negro.
Descubierto tu blog, ¡¡ Te sigo !!
Saludos
Por cierto, enlazo tu blog¡¡
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