OBSESIONES

Reseñas de cine con carácter crítico.



Las expectativas para el cierre de esta trilogía estuvieron muy elevadas, debido al nivel al que habían llegado las dos entregas anteriores. Parte del descontento un poco generalizado puede recaer en que es casi imposible olvidar al mítico personaje que representara el actor Heath Ledger, en la segunda parte de la saga, El Caballero Oscuro.  Y más cuando, miembros de la academia han sugerido que no hay casi nada “oscarizable” dentro de la cinta.  Pero, puede que llegue a los rubros de efectos especiales y sonido.

Aún así, con ciertas críticas negativas a bordo,  con una tragedia sobre los hombros, El Caballero Oscuro, ascendió y bastante. Sus admiradores más acérrimos han quedado estupefactos ante la espectacularidad de los efectos especiales y han caído bajo los encantos de los nuevos protagonistas, entre ellos, Tom Hardy, Marion Cotillard y Anne Hathaway. Asimismo, Christopher Nolan le ha seguido otorgando ese tinte oscuro, hiperrealista a la saga que a todos nos fascinó desde un principio. Y dudo mucho que alguien se atreva a hacerle un reboot por años venideros.
Ahora si, a lo que nos corresponde, un tercio de la película ha sido filmada en cámaras de gran formato, Imax, por lo cual la película  ofrece una mayor calidad en imagen y sonido, así como la espectacularidad de la proyección se intensifica, por lo cual el espectador siente las emociones con mayor ímpetu, lo que, por consiguiente, genera mayor conexión e identificación con lo que está viendo.


Uno de los puntos negativos es que no vemos mucho a Batman pero vemos más a Bruce Wayne, tal vez, ver menos al héroe enmascarado da la sensación de que el filme se siente con un vacio inexplicable, porque se le da más énfasis a la travesía psicológica de Bruce Wayne, al enfrentamiento con sus miedos internos, y vemos menos pugnas entre el héroe y el villano, en comparación con la segunda entrega, eso nos quedó faltando, no obstante, tenemos que resaltar que los hermanos Nolan, tanto Christopher como Jonathan trataron de respetar lo mayor posible la línea central del nuevo villano. El quiebre de la columna de Batman es primordial en el cómic original, y es más que obvio que necesitaba tiempo para su recuperación, razón por la cual este alter-ego aparece menos cantidad de veces que en la anterior entrega. Aunque en el cómic, la misión de ser Batman le es entregada a otro, Nolan decide eliminar esta parte. Por lo cual, podemos decir que se tomaron bastantes libertades en cuanto a la narrativa original, pero logran mantener la esencia de la misma.

Si bien nos falta un poco de Batman, nos sobran temas actuales debatibles que los Nolan introducen en esta entrega, que si bien no refuerzan todo lo que debieran, logran exponer varios argumentos postmodernos, como la búsqueda de la auto-sostenibilidad de las generaciones futuras a partir de la creación de un reactor de fusión, por ende, la filantropía. He aquí relacionada una de las frases que llamó mas mi atención enunciada por el personaje de Marion Cotillard, Miranda Tate: “Bruce, si deseas salvar el mundo, debes empezar por confiar en él”, no sé si es literal, pero lleva el sentido.



Y si bien nos sigue faltando el alter ego solitario de Batman, aquel personaje que sacrifica sus propios intereses por el bien colectivo –de ahí que algunos no le perdonen a Nolan cierta parte del final-, nos quedan otros y otras, como la Gatubela, con una historia diferente, pero que al fin y al cabo, cumple con la seducción y el engaño características primordiales de su rol.  Como Alfred Pennysworth y su servicio, humildad y carácter paternalista. Y como el comisionario Gordon, uno de los pocos policías que llevan la moral bien puesta y que para encubrir una mentira –el heroísmo de Harvey Dent- es capaz de sacrificar su honor en pro de la seguridad ciudadana, un ejemplar digno de imitar.


Además del quebranto físico de la seguridad de Gótica, se generan otros ataques hacia la bolsa de valores, -para el movimiento ilegal búrsatil de ciertas acciones- ; la destrucción masiva de un estadio de fútbol, y, como si fuera poco, la conversión de un reactor de fusión para generar una bomba nuclear, y, además de eso, un secuestro del avión de la CIA,  sin olvidar el estado apocalíptico en el que deja Bane a Gótica después de hacer explosiones por doquier. La sorpresa para todos, la actriz Anne Hathaway, quien además de su excelente presencia física, eleva el nivel de su actuación, para aquellos quienes la habíamos visto en el filme Rachel Getting married, nos sorprendió poco su buena comprensión del personaje. En este filme independiente se probó como actriz de carácter, lo recomiendo para quienes no lo han visto.
Pero la primera razón por la que vería mil veces este filme se llama Michael Caine, -el mayordomo Alfred Pennnysworth- el ofrece una solemne clase de actuación gratuita. La verosimilitud de su 
personaje me deja sin palabras.


En cuanto a la demagogia de Bane quien subido en un Tumbler, apela a los sentimientos más profundos de los ciudadanos, a través de una retórica persuasiva, lo cual representa una línea central en el discurso narrativo. SPOILER finalmente Bane se diferencia de El guasón porque el primero es un terrorista, quien puede darle cabida a sus sentimientos, en éste caso, se enamora de Talia Al Ghul, pero no puede decirse lo mismo de El Guasón quien es un psicópata que tiene una única motivación: ser un anarquista por el simple gusto de destruir una ciudad. He ahí el descontento de la inclusión de sentimientos en el villano, que por supuesto, lo hacen más débil. FIN SPOILER.  Tom Hardy es el actor del momento, más cuando su fe y sentido de la verdad no tienen límites. De su filmografía, se recomienda ver Warrior (2011) y Wuthering Heights (2009), una de las nueve adaptaciones que se han realizado de la novela de Emily Bronte, su título en español, Cumbres Borrascosas.






Escena para no perderse: El quiebre de la columna de Batman. (no cuenta como spoiler porque está en el cómic). Y las dos escenas finales donde aparece Michael Caine.





Mi recomendación: Véala en pantalla grande. Y no tome grandes cantidades de líquido antes o durante de su visionado. Su metraje es de dos horas, cuarenta y cinco minutos.













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