“El hombre es naturalmente bueno es la sociedad que lo corrompe” Jean Jacques Rousseau.
Indagar entre el bien y el mal no parece problema de la actualidad. Es un cuestionamiento que se viene gestando desde mucho antes de la era de Jesucristo. Indagar entre que nos hace vulnerables a llevar actos que van en contra del orden moral se encuentra ligado a una carga genética al interior del ser humano. Algunos se estarán señalando como seres altamente bondadosos e incorruptibles.
Mentira.
Varios estudios han demostrado que todos tenemos el mal incrustado en nuestro cerebro. Un amigo me preguntó hace poco la razón por la cual no veía cine gore, con algunos términos de más o menos precisión, le di a entender que no quería alimentar a mi asesino interior. Deseo que se distraiga o se nutra de informaciones más beneficiosas para él. Debo cuidar mi cerebro al máximo de estas distracciones inútiles que sólo me harán más vulnerable al mal.
Pero, ¿es posible llegar a ser “perfectos” en esa búsqueda de la bondad? Lo dudo mucho. La ciencia lo duda con mayor vehemencia.
Una ciudad en la que el robo de bancos se convierte en el pan de cada día, Boston, Estados Unidos, se hace relevante la pregunta, aquella misma que observé hoy en el ciclo actual de la Cinemateca del Caribe en la que se cuestiona: ¿dónde se origina el mal?
De una novela trasladada al cine del autor Chuck Hogan, “Príncipe de los ladrones”, Ben Affleck logra recuperarse de las anteriores propuestas visuales que nos había hecho, -sin incluir Gone Baby Gone, por supuesto-. Si bien Affleck no me termina de convencer como actor, como una opinión personal, debo expresar que no le veo talento para esto, - a pesar de los esfuerzos y la experiencia-, es mí deber dar a conocer que Affleck tiene todos los “cojones” necesarios para ser un excelente director de acción y/o thriller psicológico.
Con una dirección técnica temiblemente impecable, una banda sonora que ejerce una fuerza predominante en la acción tanto de los personajes, como de la escena misma, y un ensamblaje actoral que eleva el filme hacia otro nivel, ésta película logra llevar al espectador a una alta tensión de adrenalina.
Mientras la veía, se me venían “flashes” de películas como “A dog day Afternoon” (1975) y su bellísima escena donde el personaje interpretado por Al Pacino grita a todo pulmón “Attica”, mientras roba un banco, u otra de mis favoritas, “Point of Break” (1991) una de las brillantes actuaciones en el haber del desaparecido Patrick Swayze. Si no las ha visto, ¿qué está esperando?
Otra pregunta que se me viene de manera incisiva al cerebro es: ¿por qué les aplaudí todas y cada una de las balas que salieron del arma de los ladrones de banco? Tal vez porque la historia misma se encargó de mostrármelos más como seres humanos con imperfecciones que como los “malos” del cuento.
Hoy deseo darle una respiración a mi cerebro y decirle que, finalmente, (SPOILER) los “malos” acabarán finalmente como el karma lo predice, algo como quien “a hierro mata, a hierro muere”. (FIN DEL SPOILER) Y tener el pleno conocimiento que existen armas más potentes de las que hace uso el ser humano que una bala.
Hoy he decidido escoger el camino más largo para llegar a donde me dirijo. Hoy, es tu turno para escoger que camino deseas escoger, pero recuerda: este no es el País de las Maravillas y tú no eres Alicia. Y cualquier camino que escojas no te conducirá, necesariamente, al mismo sitio.
2 comentarios:
Ya la espero con ansias, ojalá se estrene en las salas de mi provincia.
Copado el texto Carolina.
Saludos! Te espero comentando en el blog :)
Si, que Affleck dirija y deje de actuar!!! Rener, impecable ;D
Me gustó la peli, me parece muy bien dirigida, las escenas de acción están muy bien hechas. Sin embargo, no es la gran peli, pero aprueba cómoda ;D
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