Lo confieso. He visto una comedia romántica solo para entretenimiento en su más pura expresión.
Estuve claramente motivada en que fuera un filme francés, ya que como sabemos, el discurso fílmico de este país se ha caracterizado por la excelencia en este género debido a la facilidad expresiva que tienen sus actores sobre los de Hollywood.
Y no me he equivocado. Los franceses pueden hacer de cualquier trama simplista, un festín de la alegría visual. Y, aunque éste no sea el mejor ejemplo para destacar en la filmografía del país, sus recursos –los del filme- para facilitar esos “respiros” en el espectador son indiscutibles.
Es así como encontramos a un actor como Romain Duris quien tiene pocos roles principales conocidos, y de quien se observa igualmente, una suprema capacidad histriónica que es evidente. Un rostro del cual será difícil olvidarnos después de completar este visionado. Completando el casting, Vanesa Paradis, reconocida por ser entre otras características, novia de Johhny Depp, aunque ésta finalmente pase sin pena ni gloria en este filme.
Reconociendo a los actores, podemos pasar a lo que le confiero una gran importancia dentro de esta película, un guión que no es más que otro cliché del chico y chica se encuentran por azares del destino, el se enamora primero, ella no, luego ambos terminan por convencerse que son el uno para el otro.
Ciertos elementos diferenciadores, como el lenguaje, la versatilidad actoral del personaje principal y sus “secuaces”, llevan esta comedia sino a la mejor, por lo menos hacia un estatus medianamente bueno para la audiencia.
Según su director, Paul Chameil, la trama principal de la cinta: “narra las peripecias de un grupo de personas especializado en separar parejas por encargo, ya sea de familiares o amigos que creen que, principalmente las mujeres, no son felices o no están con el hombre adecuado. Todo les va bien hasta que el gancho masculino, interpretado por Roman, se enamora de la chica a la que encarna Paradis”.
El cine ha recreado la misma historia durante siglos y tal vez muchos espectadores al ver este filme no entrarán en disquisiciones filosóficas después de verla porque sencillamente su línea raya casi en lo común.
Hoy simplemente deseo recomendarla porque ya estaba harta de los dramas pesados, porque en la vida como en el cine, hay que darse de cuando en cuando un respiro en el que creamos en que incluso el amor, en pleno siglo XXI, - después ser un concepto temiblemente abstracto, viciado y prostituido- , todavía puede ser posible.
Escena para no perderse: El baile recreado por los actores principales en homenaje al filme Dirty Dancing, considerada una de las mejores películas románticas en el cine hollywoodense.
Mi recomendación: No espere mucho de este filme porque saldrá decepcionado. Solo relájese y disfrute.
Yo estoy en otro lugar. Pero tu, quien está leyendo esto, tu mereces lo mejor.
1 comentarios:
Me identifico al 100% con tus comentarios. Parece chocante que una película francesa, que tienen la fama de ser intensas o muy cargadas de significado, sea entretenimiento sin más pretensiones, solamente hacer pasar un buen rato. Esta película es así, y sin duda logra su propósito. Es divertida, ligera y sus protagonistas están geniales. Tuve la oportunidad de verla en V.O.S en Cines Dreams, en su Ciclo de Cine Francés de cada miércoles, y me pareció que valía mucho la pena en su idioma original, es un plus!
Enhorabuena por este blog!
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