Desde All the president’s Men (1976), Mad City (1997) o Zodiac (2007), no había tenido la oportunidad de ver un film basado en el ejercicio periodístico tan excelentemente producido.
Della Frye: ¿Acabamos de quebrantar la ley? Cal McAffrey: No. A eso es lo se le llama un excelente reportaje.
Dirigido magistralmente por el aclamado director de El último de Rey de Escocia, Kevin McDonald, ésta película nos relata la historia de un experimentado periodista, Cal McAffrey, interpretado por Russell Crowe, quien lidera la investigación de la relación entre un aparente homicidio y un congresista amigo suyo, Stephen Collins (Ben Affleck).
Como una introducción a la era digital, hace interesante su incursión el blogging, (término inglés acuñado para significar un diario en la web), encabezado por la periodista Della Frye, quien actúa como una punzante y, a la vez refrescante compañera de apoyo en la investigación de McAffrey. Della, interpretada por Rachel McAdams a quien la habíamos visto anteriormente en su rol en The Notebook, nos señala las bondades y detracciones del periodismo en el nuevo milenio, encerradas éstas últimas en la necesidad de inmediatez, lo que ocasiona, -en el film- el triunfo del sensacionalismo sobre la verdad.
Periodismo impreso Vs Periodismo digital. Pregunta clave: ¿Pueden trabajar de la mano o se convierten en rivales? ¿Seremos testigos pasivos de la desaparición de una de las más brillantes invenciones, - la imprenta-?
Este film tiene un reparto de actores como para deleitarse, escogido muy sabiamente por Avy Kaufman quien tiene una permanencia como directora de casting en Hollywood por más de 20 años. Referirse a: The Sixth Sense (1999), Dancer in the Dark (2000), Brokeback Mountain (2005).
Tenemos, además, en este film, la posibilidad de ver a Helen Mirren en una de su más impecables actuaciones desde que la vimos transmutarse desde la Reina Elizabeth (2006) hacia Cameron Lynne, una vigorizante editora, quien forzada por el descenso en la demanda del periódico Washington Globe presiona a McAffrey para que haga uso de la íntima relación entre él y el protagonista de la historia.
Russel Crowe, por su parte, nos entrega una visión poderosa del periodismo investigativo obsesionado por la verdad, aunque fuertemente influido por su subjetividad al comienzo, hace un claro manifiesto de las peripecias del oficio. Crowe, quien nunca nos desilusiona, ésta vez lleva su personaje a un extremo más apasionante, seductor, vemos más a McAffrey, menos al actor.
El reparto acompañado por Robin Wright Penn, y Jason Bateman, a quien al principio no le daba crédito, terminan por darle fuerza a la historia, aunque algo opacada por Ben Affleck, a quien, a pesar de no sobrarle experiencia, y sus terribles esfuerzos por mantenerse en el personaje, le traiciona su falta de talento.
Altamente recomendada para Comunicadores y periodistas en ejercicio o no de su profesión, para estudiantes y para aquellos quienes simplemente deseen escudriñar un poco en la ruta de la obtención de un excelente reportaje periodístico y la difícil labor de sus creadores donde la ética puede convertirse en una fuerte aliada o en una vulgar enemiga.
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