OBSESIONES

Reseñas de cine con carácter crítico.

12/09/2010

POPE JOAN

Publicado por Carolina Pardo Delgado |





La historia reclama haber tenido una mujer Papa. Tal confesión demanda un poder llamativo muy fuerte para mi. Una mujer ha alcanzado el más alto grado supremo al que puede aspirar un hombre en la carrera religiosa. Ahora no estaría de más preguntar si realmente existió o si ha sido producto de una imaginación frustrada de alguien.



El ascenso al poder de esta mujer se erigió a través de los años como una leyenda que no ha sido del todo confirmada. Donna Woolfolk, una escritora estadounidense se dio a la tarea de realizar un libro acerca de la misteriosa entrada de dicha mujer a esta sagrada posición.
No entrar en disquisiciones religiosas de ningún tipo es lo que debería proponerme firmemente, pero no es lo que hoy deseo. Tener una formación católica ha influido en que encuentre interesante este tipo de historias, aunque confieso no ser una ávida de lectora de la Biblia, sus preceptos viajan conmigo desde la niñez.

Mi profunda concepción de la religión católica y sus preceptos han sido resquebrajados por particulares en diferentes instancias, entre ellos escritores como Saramago con su obra “Caín” y Dan Brown, que a partir del “Código Da Vinci” –entre otros- relata como María Magdalena era la principal heredera de la iglesia católica. Reflexionar los cambios que dicha institución hubiese sufrido en caso de que una mujer fuera la líder, representarían toda una magia herética para el mundo.

Este es un filme que mantiene todas las claves perfectas para que pueda funcionar: una actriz prácticamente desconocida para Hollywood en el rol principal, un guión que evoluciona a medida que avanza la historia, un director alemán Sonke Wortman, puntos de giro que llaman la atención instantánea del espectador. 180 minutos que se pasan volando por el mantenimiento de una línea directiva no muy fuerte, ni muy oscura, que simplemente busca relatar una historia bien contada.




La misma casa productora del éxito de la gran novela de Umberto Eco, “El nombre de la Rosa”, se embarca en esta historia donde una mujer es llevada al trono del sumo pontífice de la tierra disfrazándose de hombre. Es relevante recalcar que en el siglo nueve a las mujeres les era prohibido aprehender alguna clase de conocimiento. Se decía que era “antinatural” y que se les “encogía el útero” y no podrían generar una descendencia.


Si no puedo aducir un ensamblaje actoral perfecto, por lo menos se asevera que la actuación principal es magistralmente llevada a cabo por Johanna Wokalek una alemana con rasgos claramente andróginos, seleccionada después de que Franka Potente declinara el rol. El resto de actuaciones le hacen el contrapeso, y aunque no representan una igualdad, por lo menos no le restan importancia a la principal.




La importancia de este film, más allá de toda concepción técnica, (la cual es igualmente brillante) reside en señalar los posibles espacios con minucias heréticas que los historiadores buscan ocultar a toda costa. ¿Qué tal si esta leyenda tuvo algo de real y dicha mujer fue eliminada del libro? ¿Será posible en un futuro la inclusión de una Papisa en la religión católica? ¿Qué pensaría el papado de todo esto?

Escena para no perderse: Los primeros años de vida de la Papisa Juana.

Mi recomendación: Para mayor esclarecimiento de esta historia busque la leyenda con anticipación y así podrá comprender la importancia de su línea argumental.

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