OBSESIONES

Reseñas de cine con carácter crítico.

2/22/2010

NINE

Publicado por Carolina Pardo Delgado |




Enfrentarse a una crisis creativa es muy parecido a presenciar el advenimiento de un milimétrico deceso del alma. Es por ella razón que uno de los más recordados directores en la historia del cine italiano, Federico Fellini, le dedicara a uno de sus films, con un definitivo sabor autobiográfico (el Octavo y medio en su filmografía, de allí su nombre) las principales dificultades que un artista debe atravesar en el difícil y poco alabado, extenuante proceso creativo.


Rob Marshall es el director encargado para sumarle un 0,5 a ese 8,5 de Fellini y hacer un Nueve. Aunque parece haberle sucedido algo similar a lo que le sucedió a Guido Contini: tuvo todo a su servicio, el equipo de producción dispuesto, los actores, la ambientación y aún así, no nos hizo el nueve, ni el diez que esperábamos.



Sinopsis: “Habiendo alcanzado la edad de cuarenta años, el director Guido Contini (Daniel Day-Lewis) se enfrenta a una crisis de mediana edad que está ahogando su creatividad y que lo llevó a una serie de complicadas relaciones románticas. Mientras lucha para completar su última película, se ve obligado a equilibrar las numerosas mujeres de formación en su vida, incluyendo su esposa (Marion Cotillard), su amante (Penelope Cruz), su musa de la estrella de cine (Nicole Kidman), su confidente (Judi Dench), una periodista de moda americana (Kate Hudson), la puta de su juventud (Stacy Ferguson), y su madre (Sophia Loren).”
Iniciar a dilucidar por qué un film que se beneficia de toda la fórmula exacta para funcionar completamente no lo logra, no es simple. Tenemos un director que ha triunfado anteriormente en un musical: Chicago, que tuvo en el 2002 13 nominaciones al Oscar, de los cuales se apoderó de seis. Repitiendo se encuentra el director artístico de la misma: John Myre. Agreguemos, una línea central de un film italiano considerado como uno de los mejores diez de su historia. Además de un casting que cualquier director envidiaría: Daniel Day-Lewis, Nicole Kidman, Sophia Loren, Marion Cotillard, Judi Dench, Penelope Cruz, Stacy Ferguson y Kate Hudson, seis de ellos, oscarizados. ¿Qué más se podría pedir?

Daniel Day Lewis por momentos (al principio) ofrece una actuación simple, equilibrada, aún así, de muy baja calidad para quienes hemos tenido el placer de verle en obras anteriores.

Nicole Kidman, en un rol muy corto, preciso aunque puntual. Sale airosa. A Sophia Loren ni la vemos, ni la sentimos, finalmente su aparición termina siendo lo mismo que representa en el film: fantasmal, sin generar ningún tipo de recordación. Judi Dench, es perfecta, actúa como el salvavidas de Guido, la vi muy sincera y apropiada de su rol. A Penélope Cruz la encontré repitiendo el mismo papel que le dio el Oscar el año pasado. No hizo más ni menos. (A variar por el show musical). Y Kate Hudson, simple pero correcta. Vale destacar enormemente entre todos a Marion Cotillard, quien debería beneficiarse de la nominación al Oscar. Su presencia escénica es una de las más fuertes, no tanto por su belleza o carisma, sino por la enorme credibilidad que despierta.


El punto más importante para resaltar en este film, sin el cual es imposible que existiera la ambientación necesaria, es para la dirección artística, llevada a cabo brillantemente por John Myre, a quien le debemos la extraordinaria y cautivante estética visual con la que nos ha trasladado fielmente a otras épocas u otros países en obras como Elizabeth (1998), Chicago (2002), Memoirs of a Geisha (2005). Si tuviera que calificar el film basada en este apartado solamente, sería no sólo de diez, sino de once. Gracias a Miyer, Italia está por doquier, y es imposible quejarse.

A destacar además, están: los números musicales, “Take it all” representado por Cotillard, “Be Italian” de Fergie y “Cinema Italiano” de Hudson. Si usted es amante del género musical, vale la pena ver esta cinta por estas interpretaciones solamente. En la dirección técnica, el apartado fotografico en blanco y negro que nos remite a un homenaje al Ocho Y medio.
Aún así, el film queda crudo. Falla que el tiempo no sea suficiente para cada estrella para brillar por sí sola. Falla que no exista una fuerte compenetración entre la estrella principal y cualquiera de las musas. Falla el acento italiano fingido de Lewis. Falla encasillar a Penélope Cruz con el mismo papel de femme fatale. Falla la poca profundización en los diálogos, lo cual es muy extraño porque provienen de Anthony Minghella (The English Patient). Falla finalmente que salgamos del cine esperando ver un “nueve” que nos devuelva con una sonrisota a nuestra cotidianeidad, pero lo único que hace es darnos un cuatro o un cuatro y medio.

2/18/2010

THE WOLFMAN

Publicado por Carolina Pardo Delgado |




“Incluso un hombre que es puro en corazón y dice sus rezos en la noche puede convertirse en un lobo cuando la belladona florece y la luna de otoño brille.”

Para iniciar la comprensión del por que a alguien se le ocurriría hacer un film acerca de un hombre que se convierte en lobo, el cual es llamado a esta transformación cada vez que la luna llena aparece, es necesario comenzar esta reseña con la denotación de Licantropía.

“La licantropía en la mitología es la habilidad o poder que tiene un ser humano para transformarse en lobo o en licántropo.” Si usted desea profundizar en el tema busque a mi amiga la Wikipedia, allí encontrará todos los mitos que transitan acerca de esta extraña metamorfosis.


Aún me pregunto si será posible encontrar un hombre-lobo o un lobo –hombre. A través de Discovery Channel he visto episodios de la vida real que parecerían material para una novela de ciencia ficción. Así que me imagino, que el hombre lobo existirá. Todo es posible.

Así, el inigualable y casi perfecto, séptimo arte nos entrega visiones fantásticas (digo fantásticas por los efectos especiales y maquillaje, no por la realidad del hecho como tal), de una vasta representación de humanos mutantes, transformados en, a saber: Drácula (El más famoso de los vampiros humano). Frankenstein (Hombre-monstruo reconstruido). Y a ellos llegarían actores para representarlos como los legendarios Boris Karloff, Bela Lugosi Y Lon Chaney Jr, éste último personificaría en 1941 al Hombre Lobo.

¿Quién podría ser un mejor hombre lobo que Benicio del Toro en el 2010? Con un rostro que inspira una inmensa melancolía y soledad, de pesares agudos, ojeras profundas cual insomnio de varios días, propietario de una inteligencia y apropiación de un personaje como ningún otro, sumando sus raíces latinas, (lo cual le añade un carácter más visceral), todo lo anterior se confabula como un plus para que Del Toro se destacase entre el actor común y regular de Hollywood.


Aún así, el film no funciona, aunque hace gala de un gran despliegue de efectos visuales, parecidos al comienzo del hombre araña (2002) El hombre lobo no solo camina, corre, sino que también salta edificios por doquier. Aún así, el guión no es lo suficientemente estructurado para importarnos lo que le ocurre al personaje principal, ni al resto. Aunque es un remake del original, hay historias que al ser representadas siete décadas después pierden la habilidad de despertar en el espectador sentimientos de empatía con los personajes, o lo peor de todo, una empatía en general.

Sir Anthony Hopkins brilla como la figura paternal fuerte y casi indestructible, y Emily Blunt ofrece una actuación simple pero correcta (la bella damisela en peligro) ambos, no podría estar mejor. No obstante, al guión le hacen falta más subtramas y puntos de giro que nos haga vibrar con la historia. Y nos terminan por entregar una complexión de efectos especiales y actuaciones brillantes pero sin nada que los justifiquen.
Que la dirección artística de la época victoriana sea excelentemente traducida a través de los claros oscuros que nos ofrecen, que el maquillaje del lobo sea brillante, gracias a Rick Baker, que las escenas gore no sean desagradables y sean necesarias para relatar la historia, que la dirección sea aceptablemente entretenida como lo había hecho Joe Johnston en “Jumanji” y la tercera entrega de “Jurasic Park”, aún así el espectador que se enfrente a ver “El hombre Lobo”, sabrá que lo que más podrá apreciar serán efectos especiales, no espere demasiado porque saldrá muy defraudado.

2/11/2010

THE BLIND SIDE

Publicado por Carolina Pardo Delgado |




Desmitificar a Sandra Bullock como actriz exclusiva para el género cómico no parecía tarea fácil de llevar a cabo, no obstante parece ubicarse en un excelente camino. Aunque de allí, a que se le permita ganar el codiciado Oscar debido a su interpretación, lo veo muy lejos. Digo, que lo veo lejos no por el hecho de que se lo darán o no. Simplemente no parece merecerlo.



Bullock se encontró con una historia original de Michael Lewis "The Blind Side: Evolution of the Game," el guión adaptado le pertenece a John Lee Hancock, (quien al mismo tiempo la dirige), en el que puede demostrar todo lo que ha aprendido durante su carrera. Aún así no sé por que mencionan que está en un rol dramático, cuando en realidad parece cómico con ligeras pinceladas dramáticas, Bullock, tiene a su favor haber logrado ser la primera actriz que sobrepasa los 200 millones de dólares con este film solamente en la taquilla estadounidense, lo cual la hace favorita entre el gremio de productores. Este será un factor más decisivo en la obtención de la estatuilla dorada que su interpretación misma.



Aún así, “The Blind Side” representa, hasta ahora lo mejor en su filmografía, debido a su llamativo, singular y casi innato don para la comedia, sin olvidar el corto, aunque sincero y puntual rol secundario en “Crash”.


John Lee Hancock parece ser el director que Bullock necesitaba para que le conllevara hacia una definitiva transición de comedia a drama, y de la misma forma, se viera guiada a una mayor comprensión del la utilización en el lenguaje corporal, aún así, todavía falla en que le creamos su lenguaje facial, cuando de escenas dramáticas se trata.


Bullock carga el mayor peso de la historia, el resto del casting es demasiado simple, al punto que parece de relleno, reflejan la unidimensionalidad que le resta los necesarios sinsabores de la realidad humana. Incluso Quinto Aaron (Michael Oher) no llega a un nivel medianamente aceptable.




Esta es la sinopsis: “Proveniente de una familia desunida, Oher es un joven afro-americano que encuentra un nuevo hogar con una familia económicamente sólida blanca dispuesta a prestarle el apoyo que necesita para desarrollar su potencial para triunfar como jugador de football americano como también en los demás aspectos de su vida. De igual manera Oher afectará la vida de los miembros de la familia Touhy quienes atravesarán también por experiencias de descubrimiento personal. El cambio de ambiente significa también nuevos desafíos que el joven habrá de vencer. Oher se esfuerza por dar lo máximo de si mismo como jugador de football y también como estudiante y junto con el respaldo de su familia adoptiva alcanzará convertirse en uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.”




La historia en general funciona, debido a la necesidad de exaltación de valores al interior de la sociedad norteamericana, entre los que se encuentra la solidaridad y templanza. Es importante dar a entender igualmente una nueva opción para la sociedad actual, donde el célebre y resquebrajado “sálvese quien pueda” se encuentra a la orden del día.
Muy diferente a lo que esperaba, “The Blind Side” es un drama light con ligeros toques cómicos (que se deben a Sandra Bullock), que se beneficia de ser una historia de la vida real y que responde a ciertos valores. Aún así, el film pudo haber manejado una mayor profundidad en cuanto a las actuaciones secundarias y el guión. "The Blind Side" pudo haberse convertido en un film más poderoso e inolvidable, solo termina por ser ligeramente entretenido y simplista.

2/06/2010

EL SECRETO DE SUS OJOS

Publicado por Carolina Pardo Delgado |




Escribir es un proceso doloroso que requiere un gran esfuerzo y noches sin dormir. Además de la amenaza del bloqueo del escritor, queda siempre una sensación de fracaso inevitable. Nada de lo que escribimos es lo que queríamos.” Octavio Paz.

Escribir es como enamorarse. Un proceso igualmente doloroso. No se extrañen entonces, que ambas acciones sean representadas con la misma ejecución brillante por el aclamado actor argentino, Ricardo Darín. De quien, por cierto, igualmente, he tratado inútilmente de evitar obsesionarme de la naturalista y acuciosamente hipnotizante calidad actoral que le caracteriza de manera innata y/o obtenida a través de la experiencia.




Lo acepto. Es primera vez que le advierto, que le aprecio y le digiero. Darín, gracias por tu inmensa capacidad de identificación y tu exquisita capacidad de introducirte en la piel de Benjamín Espósito.

Y así va la sinopsis: “Benjamín Espósito, secretario de un Juzgado de Instrucción de la Ciudad de Buenos Aires, está a punto de retirarse y decide escribir una novela basada en un caso que lo conmovió treinta años antes, del cual fue testigo y protagonista. Su obsesión con el brutal asesinato ocurrido en 1975 lo lleva a revivir aquellos años, trayendo al presente no sólo la violencia del crimen y de su perpetrador, sino también una profunda historia de amor con su compañera de trabajo, a quien ha deseado y amado fervorosamente y en silencio durante años. La novela que escribe Espósito nos hace recorrer los años 70, cuando en Argentina se vivían épocas turbulentas, el aire estaba enrarecido y nada era necesariamente lo que parecía ser.”

El Secreto de sus ojos, podría ser señalada, entonces, como fiel representante del cine noir. Un punzante y angustiante drama criminal con un profundo sentido nihilista, debido a la recalcitrante aparición de la negación de un principio ético, viva característica del sistema burocrático latinoamericano.

Dentro de lo más atrayente de este film, se encuentra, sin duda alguna, el intachable ensamblaje en el casting, (ya que si falla una pieza, muchas veces falla todo), aunque Pablo Rago decae en unos niveles en las escenas finales, aún así, el resto de su actuación le sigue salvando. Dicho engranaje es bien logrado por su director Juan José Campanella, quien ha sido reconocido anteriormente como un excelente director de actores.

Campanella ya había guiado a su anterior film, El Hijo de la Novia (2001), a una nominación al Oscar en categoría de mejor película de lengua extranjera, para este año presenta El Secreto de sus Ojos en la misma categoría, justo en un punto de maduración que se deja entrever en la inmejorable calidad tanto técnica, como artística e interpretativa de cada uno de sus componentes derivándose hasta en el más ínfimo de sus detalles.

Con una co-escritura junto a Eduardo Sacheri, Campanella nos brinda un guión estructurado que funciona perfectamente en sus flashbacks, con riqueza de diálogos precisos y ágiles, sin olvidarnos de las liricas puntuales que lejos de empalagar, le brindan una fuerza atractiva y fácilmente identificativa para cualquier espectador.

Su dirección técnica es el factor que mas ha llamado la atención a sus espectadores y críticos, debido a la complejidad de la misma para una producción latinoamericana, cámaras aéreas, junto a técnicas de cinema verité, conjunto de sombras y luces, imágenes en barrido que invitan al desespero, (especial mención la escena del estadio) se manejan espléndidamente al servicio del guión. Este conjunto se convierte en un festín para alguien que desee apreciar la técnica en toda su variedad y esplendor.

Invariablemente no existe otro elemento dentro de la gestualidad corporal que hable más que los ojos. Si creamos un hábito de observación profunda podremos avistar mucho más de lo que creeríamos exponencialmente imposible. Los ojos no mienten, a menos de que estemos ante el mejor de los actores. Los ojos revelan e invitan a una reflexión propia, nos indican una carencia o abundancia. Por algo la química entre dos personas comienza en un ”click” no sonoro. Esperemos que seamos lo suficientemente hábiles para reconocer ese momento. Y poder descifrar así, El secreto de sus Ojos.

2/04/2010

THE HURT LOCKER

Publicado por Carolina Pardo Delgado |



"La adrenalina de la batalla es a menudo una adicción potente y letal, porque la guerra es una droga." Chris Hedges. The New York Time.

De manera muy sempiterna me he encontrado a mi misma cuestionándome, todavía sin respuesta satisfactoria alguna, (sin ánimos de ser señalada como machista o feminista) ¿Por qué a los hombres les atrae más la violencia? ¿Por qué las mujeres en su gran mayoría continúan en la resistencia de entrar en guerra? ¿Existe el gen de la violencia en el ser humano? ¿Y si es afirmativo, que tan influyente y/o excluyente emergerá éste en el genoma humano?

Según el profesor Pierre Roubertoux, especialista en neurociencias del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia, “No existe un único gen que intervenga en el comportamiento. Hasta el momento se han localizado unos 20 fragmentos de ADN implicados en la conducta violenta. Y la lista podría extenderse".



La primera vez que escuché acerca de este film, le comenté a alguien que estaba realmente interesada por, precisamente, la visión femenina de la guerra. A decir verdad, esperaba un tratamiento diferente, definitivamente más suave. Aunque, me dio gusto encontrarme repitiendo una y otra vez, la primera escena de la gran explosión. Afirmo que las escenas de acción aparecen claramente más detalladas sin restarle la adrenalina y poder visual que merecen. Por alguna razón Bigelow está entre una de las tres mujeres nominadas al Oscar en la categoría de Dirección en sus 82 años de historia. Y por alguna razón ha sido la única mujer ganadora del premio de Sindicato de directores, del cual se dice, en los últimos seis años ha sido un presagio para el ganador en la misma categoría del Oscar.
Teniendo en cuenta que su directora Kathryn Bigelow exhibe una obsesión por el género thriller (el cual se presenta como exclusivo entre los directores de género masculino). Films como Point of Break (1991) o Strange Days (1995) marcaron un hito especial en la historia del cine en el cual una mujer (su directora) se atrevía a remarcar ampliamente historia de héroes que manejaban obsesiones u adicciones por estilos de vidas particulares.

Porque cada historia de guerra, acción o thriller que merezca ser mencionada necesita un héroe con el cual podamos sentirnos íntimamente relacionados y/o identificados. Esta vez hace su aparición un actor casi desconocido para Hollywood, Jeremy Renner, (28 weeks later, The assasination of Jesse James), quien esta vez logra seducir ampliamente como el poco ortodoxo y controvertido Sargento James.
Presumo que no debería ser comparado con otros films de guerra dado que abarca una historia con un eje central muy simple y repetitivo, aunque con un exquisito poder de tensión que se siente en cada fibra del cuerpo. Se convierte esta simple historia lineal en un plato de mayor exquisitez debido a la profundidad con la que se puede experimentar la observación pormenorizada de un escuadrón de desactivación de explosivos del ejército de los Estados Unidos durante la guerra de Iraq.

Uno de los factores más relevantes es la ausencia de elementos persistentes en esta clase de historias a decir, como, el patriotismo exacerbado o el cuestionamiento de si la presencia militar de los Estados Unidos en el área es legitima o injustificada, lo cual la coloca en un extremo diferente. No es la simpatía por el deber cumplido lo que maneja al actor principal, lo que lo guía se termina confluyendo simplemente en su terrible adicción por desactivar explosivos.


La dirección técnica es brillantemente ejecutada a través de cámaras rápidas y al hombro, muy estilo cinema verité convergiendo así con la historia escrita por Mark Boal, su guionista, un periodista de guerra que resume sus estadías cercanas a un escuadrón durante la guerra de Iraq. Por momentos parece que estuviéramos presenciando las situaciones sino a través de los ojos de un corresponsal, como un punzante y angustiante documental.

Dicha visión femenina que buscaba (de la directora) está dada en la paciencia con la que maneja una aproximación más puntual y acertada en los sentimientos de los protagonistas del escuadrón, lo que los lleva finalmente a una reflexión más profunda de su existencia, tal como lo perpetra cualquier situación de extrema resilencia en el ser humano.

Como bonus extra, aparecen los cameos de alto nivel de Evangeline Lilly (Lost), Guy Pearce y Ralph Phiennes (el mejor de todas), otorgándole al film un mayor poder atractivo.
Bigelow tendrá así que competir ante la superproducción de su ex esposo James Cameron, aunque si tenemos en cuenta el sorprendente triunfo de “Slumdog Millionaire” sobre “The Curious Case of Benjamin Button” del año pasado, es muy posible que este año The Hurt Locker se lleve consigo a casa la gran estatuilla dorada.
Hoy me percibo entre la extraña y dubitativa opción de ser un Avatar o un desactivador de bombas con la mayor adrenalina del caso.


Ahora continuaré mi existencia como el sargento James, sorteando explosiones de un lado y del otro. Porque en eso consiste la vida. La importancia radicará en como terminaré enfrentando las situaciones a posteriori resultantes de haber cortado un cable o el otro.

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