
1. Natalie Portman – Black Swan
La primera vez que vi este filme quedé perpleja. Además de Portman, era el ensamblaje actoral que encajaba perfectamente. Una de las mejores formas en que trabaja un actor es acción-respuesta, sino tienes quien te responda con la misma fuerza es difícil hacerlo por si mismo.
Natalie logra darle toda la tensión necesaria a “Nina”, su personaje, y otorgarle esa dualidad que todos tenemos en el interior pero que es difícil explorarla abiertamente. No todos queremos o podemos ser lo suficientemente buenos, ni se nos permite experimentar la oscuridad. Ayudada por ciertos efectos, y maravillosa dirección de Aronofsky, su director, “Nina” se convierte en el personaje emblema de que la dicotomía es posible y puede ser temiblemente asfixiante.

2. Christian Bale – The Fighter
Bale es otro en este rol. Sencillo como eso. Adiós Batman. Adiós belleza. Una de las mejores formas de ingresar en la piel de un personaje es olvidarse del ego propio y olvidarse de sí mismo. Bale abandera esta forma de posicionarse como un buen actor. A pesar de que el no es el rol principal se lleva todo el crédito. Bale no se convierte en el personaje, el ES el personaje.

Una de mis favoritas que fue olvidada por la academia de este año. Muy seguramente por la falta de promoción de su filme. Mulligan lleva consigo esa fuerza interna y sentido de la verdad que se ve en muy pocos actores. No tiene que hacer el más minimo esfuerzo para ingresar en un personaje. Ella simplemente aparece en escena y hace lo suyo. Dueña de una calidez y presencia actoral que hace recordar a las divas de los 40’s.

4. Colin Firth – The King’s Speech
Este año regresó por el Oscar que le robaron el año pasado con “A single man”, y muy seguramente se lo llevará. Su retrato del tartamudo rey Jorge VI, es sencillamente exquisito. Firth estuvo encontrando su puesto durante varios años y vaya que lo obtuvo! Puede transitar entre la rudeza y la ternura en cuestión de segundos. Ser protagonista de un dramedy con 12 nominaciones es su mejor aval para este año.

Cotillard no necesita presentación. Después de “La Vie in Rose” a esta mujer todo le parecerá una completa estupidez. Dudo que haya en el globo terráqueo alguien mejor que esta mujer. Una de las mayores competencias de Meryl Streep. Creo que lo único que interviene en su actuación es su acento francés. Igual a la academia le parecerá exótica. Ella es la clase de mujer que ninguna otra odiará, sencillamente porque es la mejor en lo que hace, a pesar de su belleza, su talento es indiscutible.

Olvidado por los globos de Oro y la academia este año, uno de los actores más carismáticos que tiene la industria Hollywoodense decide embarcarse con la versión Burtonesca de “Alicia en el País de las Maravillas”.

Nominada en los BAFTA, y olvidada por Hollywood, Rapace no ha tenido el recibimiento que debería. Tal vez si los acádemicos se dedicaran a leer la trilogía de Stieg Larsson, Rapace entraría sin pensarlo. Investir una chica con seria ausencia de inteligencia emocional no es nada sencillo. Es necesaria una restricción total del cuerpo y de las emociones para lograrlo. Rapace es “Lisbeth Salander” y desde ahora se me hará difícil verla encarnando otro rol.

8. Jesse Eisenberg – The Social Network
Sin palabras. Este chico es más que perfecto. Cualquiera que ha visto a Mark Zuckerberg en una entrevista sabe que parece su doble. No físicamente exacto, pero expresivamente si lo es. Encarnar un misántropo genio no debe ser nada fácil. Y Eisenberg lo hace tan naturalmente que convence profundamente.

Mi sopresa de este año. Este filme es malo y con ganas. Algo que no veía ni cuando era niña, pero la calidad interpretativa de Stone la hará dar grandes brincos en Hollywood. Por lo menos ya está en la próxima “Spiderman”. Su personaje de una joven adolescente descabellada es lo más sincero que he visto en comedia por mucho tiempo.

Un digno sucesor de Ralph Phiennes. Desde que lo vi en “The Notebook”, -considerada uno de los filmes más románticos de todos los tiempos-, noté una inmensa fuerza actoral. A pesar de que su belleza se le interpone en el camino, y por momentos le encanta lucirse ante la cámara más que actuar, va por un excelente camino. “Blue Valentine” es su mejor ficha hasta el momento.