OBSESIONES

Reseñas de cine con carácter crítico.



Una enorme sensación de que algo le falta al filme es lo que muy seguramente percibirán los espectadores que vayan corriendo a las salas a ver este denominado Blockbuster o superproducción, con el titulo de (R) evolución planeta de los simios, con el que se espera por lo menos dos horas de acción en que estos animales se apoderen del planeta. Pero lo que realmente les aguarda parece ser una precuela de “El planeta de los simios” de 1968 protagonizada por el mítico Charlton Heston.

Aunque el título se encuentra parcialmente lejos de una sincronía con la historia, porque la revolución llega a menos de la mitad, el director juega una carta principal con todas las de la ley logrando un acercamiento entre el simio principal de la historia (Cesar) protagonizado por Andy Serkis, el mismo actor que haría las impresiones faciales y corporales para “El señor de los Anillos” como Gollum, y luego para "King Kong". Reconociendo así su trayectoria en conjunto con su brillante don Kinestésico, no es de esperar que la fusión entre el público y el simio sea casi simbiótica, además de que somos testigos de su nacimiento y posterior evolución.

No obstante, estoy un poco decepcionada de James Franco a quien al parecer todavía le falta fuerza escénica para apropiarse de un rol de científico obsesionado con encontrar la cura contra con el Alzheimer. Su personaje carece de cierta pasión y de sentido guerrero, -según el perfil de un creador-, más aún cuando la vida de su padre está en juego por la misma situación. Franco se encuentra muchas veces desvinculado emocionalmente, lo cual no motiva a sentir nada por su personaje. Y termina siendo manejado más como un títere del director, que un actor con carácter que pueda permitirse el peso de la superproducción.

El verdadero protagonista de este filme es la captura de movimiento de imágenes generadas por computador o CGI, a través de la compañía de Peter Jackson, Weta Digital que se encargó previamente de los efectos de “Avatar” “El señor de los anillos”, “King Kong”, entre otras. Weta es la responsable de que sea difícil creer que estos simios no son de carne y hueso.

Un guión que si mal viene con cierto sabor a inconcluso, en el que la resolución de la historia nos queda muy floja, plantea ciertos oportunos cuestionamientos de manipulación genética en animales, y sus nefastas consecuencias para la población humana.

En cuanto a la generación de la (posiblemente) inexistente droga ALZ 112 o su posterior evolución a la 113, se halla la cura ficcional para la pérdida de las normales funciones cerebrales del ser humano cuando el Alzheimer hace su presencia, añadiéndole funciones extra, como la evolución de las mismas que derivan hacia una mayor potencialización de la capacidad cerebral, algo parecido a la droga de “Sin límites”, la NZT-48.

Como sabemos, la industria fílmica va arrojando historias por doquier según sean los miedos o necesidades del ser humano en la era que le ocupe. Al parecer, estamos preocupados en generar un perfeccionamiento en las células cerebrales, o en poder acaparar mucho más del supuesto 10 o 20% de capacidad a la cual podemos acceder.

Un complejo de efectos especiales que ya habíamos visto, y por lo cual, muy pocas escenas realmente emocionará, y que muy a pesar del excelente trabajo de Weta Digital y de Andy Serkis, éstos quedan parcialmente opacados por la actuación simplona tanto de Franco como de Pinto (Slumdog Millionaire), entre otros. Este filme se reduce a un blockbuster entretenido que ha sido comparado con la creación de Frankestein, el cual se le sale de las manos a Victor, "progenitor" o inventor, tal como al personaje interpretado por Franco, se le escapa Cesar.

Escena para no perderse: Todas.

Mi recomendación: No vaya con altas expectativas y será recompensado.

2 comentarios:

El Cinéfago dijo...

Hola!

Te escribo este comentario para decirte que tienes un premio blogger en mi blog.

Aquí te dejo el enlace:

http://cinefagosanonimos.blogspot.com/2011/09/me-han-concedido-el-premio-bloggero.html

Por cierto, muy buena peli. No tenía nada clara una precuela del clásico, pero superó todas mis expectativas.

David Cotos dijo...

A James Franco le falta pasión.

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