Como he dicho anteriormente es interesante la incursión de un tema
o término desconocido para la mayoría del público, en la jerga del orden público
y agencias de inteligencia el término Safe
House, es una locación segura con el objetivo de esconder testigos u otras
personas que se encuentren en peligro. Se sabe que una Safe House fue utilizada durante varios meses por miembros de la
CIA en una ciudad de Pakistán para vigilar a Osama Bin Laden. De igual forma se
sostenían durante la segunda guerra mundial para esconder a los judíos del
exterminio liderado por Hitler, por lo que es utilizado para refugio de víctimas
de guerra y/o persecución.
Ryan Renolds personifica a un vigilante de la CIA que custodia una Safe House |
Ahora bien, la premisa resulta bastante interesante, además de
tener un actor principal con la fuerza suficiente para sostener cualquier
filme. ¿Qué podría suceder de manera equivocada? Varios ítems. Primero, una
estructura narrativa que si bien se levanta en los primeros minutos decae
constantemente por varios clichés en cuanto a manejo de información de agencias de inteligencia y
espionaje. Creo que hay un punto en que al espectador se le debe otorgar más
información de la que superficialmente se le otorga. Ya hemos visto miles de
filmes de espías y agencias y traiciones, así que pienso que deberían ahondar
más, aunque por lo menos ésta pisó duro con el tema de la Safe House.
El tema va que un ex-agente de la CIA que vende información confidencial
es llevado a una Safe House para ser
interrogado, pero mientras están allí es perseguido por alguien. La misión del
rookie –Renolds- es seguir el protocolo y llevarlo a otra Safe House cercana,
pero los persiguen para asesinarlos, así que debe proteger a su “invitado” de
cualquier forma posible.
Ahora,
a pesar de que Denzel Washington ya es casi una marca registrada para filmes de
acción, su co-protagonista falla en los momentos cruciales y decae la
credibilidad. Ryan Renolds, -Green Lantern, X-Men Origins: Wolverine -un actor que si bien florece por
su presencia física y sentido del humor, no parece listo para temas de mayor envergadura-.
Ahora, el hecho de que se presente como un rookie o novato en su personaje, le
dio la posibilidad de equiparar su falta de talento e inexperiencia como actor
y trasladarla a la pantalla a través de su personaje.
La
insulsa delineación de los personajes en el guión, además de un clímax
atropellado y un desenlace arrojado tan rápido como para salir del paso,-además
de su absurdo final, pero al cual se le suman puntos por otorgarnos un “lo que
debería ser”- son las fallas más visibles. A pesar de ello, uno que otro punto
de giro nos da confianza a estar en la sala de cine.
Jorge
Espinosa, el director con nacionalidad sueca y de origen chileno, tiene buen
pulso en cuanto a crear momentos claros de acción e intriga, buenas secuencias
de persecuciones estrepitosas pero falla en extraer buen material de sus
actores. También hace su incursión Vera Farmiga –tan equilibrada pero sin nada
que aportar-, y un cameo de Rubén Blades.
Protegiendo al enemigo
será aceptable para
el espectador siempre y cuando su visión de filmes de espionaje sea estrecha y su
conocimiento acerca de agencias de inteligencia sea nulo.
Escena para no perderse: Cualquiera. Da igual.
Mi recomendación: No vaya con expectativas altas y
será medianamente recompensado.
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