Este
filme es una inmensa propaganda a la Naval de Estados Unidos tanto como Náufrago es un gran comercial de Fedex.
Me imagino que tras verlo la Naval de ese país obtendrá una larga fila de
jóvenes listos para enlistarse. Más aún cuando son ellos los encargados de
salvar al planeta esta vez.
Con Battleship
presenciamos uno de los grandes temores del ser humano: el apocalipsis a manos
de invasores alienígenas. Pero esta vez los seres del espacio exterior vienen
con una versión entremezclada entre los autobots de Transformers y los aliens
provenientes de Sector 9. Y
querramos o no, pensar en el apocalipsis está de moda, cada día vemos más cerca
la supuesta profecía maya del 21 de diciembre de 2012.
“Con explosiones que
harían llorar a Michael Bay de la emoción” es la frase que leí en alguna parte que ya no recuerdo
pero que me pareció hilarante debido al sello característico de ese cineasta
por hacer explosiones por doquier. Sépase que Bay es el reconocido director de Transformers. He hecho una referencia
recurrente a este filme no en ánimos de una odiosa comparación pero si para dar
a entender que la tecnología en cuanto a la creación de las supuestas máquinas
que llegan a invadir al mundo, -entre naves y tripulantes- tiene el mismo
diseño de lo que habíamos presenciado desde el inicio de la otra franquicia. De
la misma forma, hay que señalar que tanto Battleship
como Transformers provienen de la
misma compañía, Hasbro. Y la referencia viene, justamente porque el CGI es el
verdadero protagonista de la historia, ya que los actores, ni siquiera las
pocas líneas de Liam Neeson –en una asombrosa e infructuosa representación-
pudieron salvar a esta cinta de ahogarse en el mar.
La
edición es absurda. En vez de ayudar a contar la historia, la termina enredado
más. El guión está lleno de clichés narrativos. Los personajes no están
delineados como debieran. El protagonista tiene la presencia física necesaria
para llenar el rol, pero no es dueño del talento ni de la experiencia para dar la talla
del papel. De la misma manera, en la búsqueda infructuosa de otorgarle fuerza
al guión el actor principal cita el conocido libro El Arte de la Guerra de Sun Tzu, pero la forma tan superficial en
la que se describe no tiene la suficiente fortaleza.
Entre
otros aspectos para terminar de acabar con el filme, la cantante Rihanna hace su
aparición, aunque tiene cierta naturalidad, su participación es superflua. En
resumidas cuentas, no hay nadie quien destaque, por lo menos no más que el CGI.
Creo
que si alguien se decidiera por ir, sabría que lo que va a ver es un conjunto
de explosiones repetitivas, máquinas destructoras y aliens disfrazados de
robots. Sin restarle el mérito a los efectos especiales, que a quien no alcanzó
a ver la última versión de Transformers,
le quedaría bien. La canción Thunderstruck proveniente de la banda
sonora de AC/DC le añade la energía que le falta al filme a pesar del mal uso del descomunal despliegue de efectos. Al final, uno se pregunta a donde se fue el presupuesto de 200 millones de dólares. Bien podrían haberlo invertido en la marina de Estados Unidos con el fin de estar preparados para un posible ataque alienígeno en el mar.
Escena para no
perderse: Da igual.
Entre o salga de la sala, solo verá explosiones sin sentido por doquier.
Mi recomendación: Déjela pasar si no es fan de los
efectos especiales per se.
2 comentarios:
No les alcanzo la plata para Michelle Rodriguez o Rosario Dawson y se mandaron con Rihana ?
Coincido con que es una peli que casi roza la bizarrez ! no?
Marisa, pues creo que querían probar con una cara nueva, pero no les salió tan bien. Igual, ni siquiera Liam Neeson dio su 100%, aqui debe ser problema del director. Sip, es de aquellas que nunca se olvidan de lo extrañas que son.
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