Si hablamos de
combinaciones explosivas en el mundo del cine, podemos referirnos
automáticamente a Ryan Gosling junto al director Derek Cianfrance. A quienes
hemos visto la filmografía completa de Gosling, -o en su defecto, gran parte de
ella-, sabemos que se ha convertido mucho más que en una cara bonita. De él
brota una energía eléctrica poderosa, y los personajes que este actor interpreta
exhiben y atesoran demonios internos poderosos que luchan por brotar de su
piel.
No es por ello de
extrañar, que el cambio del color de su cabello no sea tomado como un simple
accesorio, como mal hacen otros actores, que esperan que por el mismo hecho de
llevar un cambio radical en su vestimenta, éste se vea inmediatamente reflejado
en la pantalla. Pero el espectador del siglo XXI, no es como el de antes. Si un
espectador, ya sea cinéfilo o no, no siente la fuerza de la verdad en una
interpretación, simplemente no lo sentirá “real”, razón por la cual su atención
decaerá completamente, no importa cuán diferentes o únicos sean los accesorios
o vestimentas que el actor utilice. Este
no es el caso de Gosling. Su tintura rubia realza el poder
Toda esta larga acotación
para señalar la brillantez de la interpretación de Gosling. Razón por la que
muchos estarán de acuerdo conmigo en que la presencia del actor en este filme
le otorga un gran peso a la historia.
Ahora, para no llevarse
una gran desilusión, es necesario saber, antes que nada que este filme tiene de
género base el drama. Aquellos quienes debido a cierto spot televisivo esperábamos
una película de acción, caímos en el error de no verla como realmente es. Un
drama con ciertas inclusiones de escenas de acción, que justifican la
contraposición entre la vida calmada de Eva Mendes y la adrenalina del
personaje de Ryan Gosling,-Luke- por ser un motociclista de deporte extremo,
que se gana la vida a partir de su habilidad con las motos, valga la
redundancia.
Una de las mejores
escenas, sin duda alguna, es, la primera escena. Encontramos a Luke en un tráiler,
que se prepara con una navaja en la mano, para luego dirigirse hacia su show
central en un circo de poca monta. La cámara al hombro hacia la espalda del
personaje es una técnica que ya habíamos visto con anterioridad, pero que nunca
envejece, porque el cinema verité otorga una sensación de “realidad”
indiscutible. Igualmente, sirve para que los cambios hacia su doble de riesgo
no sean tan drásticos.
Y como el cine es arte,
aunque muchos lo reduzcan de forma perenne a “simple y vulgar entretenimiento”,
hay en este filme una representación de aquellos momentos simples que en la
vida común y silvestre damos por sentado, pero que expuestos en 24 imágenes por
segundo y ensalzadas con música incidental y planos perfectos, el simpe hecho
de “comer un helado” pueda tener un gran significado de unión entre dos
personajes.
En aras de orientar al
lector, la historia de The Place beyond
the pines, se centra en cómo se entrecruzan las vidas de Luke, el
motociclista de feria que se convierte en delincuente para sostener económicamente
a su hijo, y Avery, -Bradley Cooper- un policía inexperimentado pero con una
alta ambición.
De allí, temas centrales
como la paternidad, la venganza, el amor filial, y la unión familiar se
desmenuzan para nutrir esta historia que bien parece una conjunción de dos
historias en una. Un hecho principal que marca un antes y un después en la narrativa
puede que no deje contentos a varios de los espectadores –entre los que me
incluyo-, pero al final, se alcanza un punto de redención en el relato.
Escena
para no perderse: Todas donde aparezca Ryan Gosling.
Mi
recomendación: No ir con altas expectativas. Y subrayo
ante todo que este es un drama.
1 comentarios:
Todo eso que llamas "acotación" inicial, es tan ciertooo, lo dijiste tan bien!!! Cuántas pelis se van al tacho, sencillamente por que no le creemos al personajes/actor.
Tengo esta peli en mente, pronto, prontooo :D
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