OBSESIONES

Reseñas de cine con carácter crítico.

3/03/2011

CARLOS "EL CHACAL"

Publicado por Carolina Pardo Delgado |



Antes de ingresar al Teatro Adolfo Mejía, sabía de la biografía de “El Chacal” lo mismo que se de la vecina de enfrente de mi casa con la que nunca cruzo palabra.

Por momentos, aparecer virgen antes un discurso fílmico puede jugar en contra y otras veces, te ofrece la posibilidad de conocer alguien por capas, e irte apropiando poco a poco de cada uno de sus gestos y emociones tanto honestas como las brutalmente fingidas.

Uno de los elementos a los que más le temía era poder encontrar en el filme a un actor maduro que pudiese colocar sobre sus hombros el peso de tres horas, ya bastante había tenido con una proyección del día anterior en la que el actor principal luchaba entre su egocentrismo de lucir bien ante la cámara y poder recitar sus líneas de forma convincente.

Si bien por momentos Edgar Ramirez (Carlos) logró obtener este nivel que distingue a los grandes actores de los simples ejecutantes, en algunos otros se perdía con el fin de buscar la sonoridad de sus líneas en perfecto francés. Yo no diría que habla, sino que seduce en cinco idiomas y se torna en un perfecto títere de Olivier Assayas, su director, un francés que denota una fragilidad corpórea que traiciona la imagen que uno podría tener del que manejó los hilos de estos personajes que se salían a toda hora de sus cabales para luchar por sus ideales.

De una duración original de cinco horas -por ser construida inicialmente como una miniserie-, este largometraje ha sido reducido a una versión de 159 minutos que solo se sienten a partir de las dos horas. Dueño de un ritmo vertiginoso en el que no son necesarios efectos especiales de gran envergadura, este filme, abre un necesario espacio de discusión al “humanizar” a un hombre que es considerado como un despiadado terrorista internacional para darle cabida a Carlos, el padre de familia, el narcisista, y lo vemos sufrir, reir y llorar durante una amplia extensión de tiempo, que se nos olvidan sus crímenes y terminamos aplaudiendo su tierno e irónico sentido del humor.

Un desnudo frontal extenso en tiempo del personaje central llamará prontamente la atención de las féminas, mientras que con un recurso que podría ser tomado con morbo por los más moralistas otorga una mayor calidez y compenetración visual con el personaje. De ahí amamos a Carlos tanto que nos duele su crudo final.

Un pool de actuaciones equilibradas, un guión que si bien ha presentado polémicas debido a su inexactitud histórica pero que en su estructura narrativa funciona, este thriller geopolítico que concibo un poco más, un poco menos como un gran alter ego de Assayas, me deja con un exquisito sabor en la boca, sedienta de ver las cinco horas completas.

Más allá de toda concepción técnica, que es igualmente brillante, “Carlos” nos otorga un discurso fílmico lineal que por momentos puede que nos ahogue por la casi ilimitada cantidad de información de la biopic, podrá perder algunos espectadores poco avezados en captar datos de reconstrucciones históricas.

Apuntarse a desmenuzar esta historia basada en hechos reales y, al mismo tiempo deconstruir y reconstruir la imagen que se tiene de un “asesino” se convierte en el mayor logro de Assayas, aquel hombre menudo de voz nerviosa que nos engaña en imagen, responsable de que terminemos amando un hombre cuyos objetos del deseo se dividen entre el sexo, la nicotina y el terrorismo.



3 comentarios:

Antony Sampayo dijo...

Saludos, Carolina.
Leí la novela sobre la vida de Carlos y es interesante,y no lo es menos la película.

Un beso.

Carolina Pardo Delgado dijo...

Antony, me gustaría leerla, ya la buscaré. Gracias por comentar. Abrazos gigantes!!!

Anónimo dijo...

Me disculpan pero el Actor en la Miniserie hizo un excelente trabajoa pesar de las limitaciones para un latino interpretar 5 idiomas diferentes no es nada facil

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