OBSESIONES

Reseñas de cine con carácter crítico.

9/13/2011

MIDNIGHT IN PARIS

Publicado por Carolina Pardo Delgado |







No soy fanática de Woody Allen. Aunque siempre me llamó la atención su forma de actuar en la pantalla grande, en un sempiterno estado nervioso, casi neurótico, atropellándose las palabras, como si su cerebro se le adelantara a sus cuerdas vocales.

Por lo cual no me cabe duda de cuales fueron las razones por las que Owen Wilson fue seleccionado para el rol principal, tal parece un nuevo alter ego de melena rubia de Allen, con el mismo estado neurasténico en su hablar, tal como si se le estuviera apuntando con un arma en la sien.


Y vemos viajar al personaje de Wilson a través del tiempo, ya no a través de una capsula, ni un increíble artefacto, no, esta vez Allen nos introduce en la simplicidad de un automóvil vintage, para viajar hacia la época dorada de la década de los años 20 en la que encontrar personajes como Ernest Hemingway, Scott Fitzgerald, Pablo Picasso, Salvador Dali, Luis Buñuel, entre otros, es tan sencillo como doblar la esquina, o al sonar de una campana a las doce de la noche.

Gil Pender es el personaje interpretado por el reconocido comediante Owen Wilson, personaje que en esta historia obtiene el beneplácito de reencontrarse con sus ídolos del pasado cara a cara lo cual le presupone un estado compensatorio de felicidad fugaz para aliviar los pesares de la vida misma y, con cual mefistofélica droga, le es sino imposible, por lo menos, insufrible, retornar a su vida regular.

Para complementar el casting encontramos, por su supuesto a la inolvidable Marion Cotillard, - el nuevo ícono artístico de Paris en cuanto a actuación se refiere-, sumado a Michael Sheen – como olvidar al primer ministro en The Queen- y Adrien Brody – El Pianista-Un completo y altamente seleccionado reparto en lo que a talento se refiere es lo que Allen se traía entre manos, por lo cual relatarnos esta historia con la que con otros actores habría pasado de ser más que inverosímil, sarcástica e ingenuamente divertida a un bodrio total.

Michael Sheen brilla como el pedante intelectual quien no gasta oportunidad para realizar comentarios desde su egocéntrico altar, al tiempo que Pender se desespera por ser un hombre de ego mediano quien a pesar de su exitosa labor no se considera a sí mismo igual para enfrentar las eternas elucubraciones del personaje de Sheen.


Por ello, más que la historia misma, se debe señalar que es un guión completamente estructurado, con altas dosis de humor intelectualoide, y que, a pesar de su ucronía no parece rayar en lo absurdo para el espectador.

Hay que agradecerle a Allen, la simplicidad con la que maneja la transportación del personaje hacia otra época, además, por supuesto, de la dirección de actores, el cual es uno de sus fuertes.
Congregar a la denominada “Generación Perdida” en un filme es otro de los magnos logros de Allen que desde ya le ha augurado pasos agigantados hacia los próximos Oscares. Este término es acuñado por la mecenas norteamericana, Gertrude Stein, -Kathy Bates-, quien mantenía una relación estrecha con los nacientes artistas del momento y que a su vez, mantenía su casa como el centro de entrada y salida de escritores, pintores y escultores. Stein, es quien de manera ficcional valora el nuevo proyecto de libro de Gil, por lo cual éste brilla de la emoción, mientras su obra es revisada milimétricamente por este mítico personaje, Pender es objeto de insomnio e incredulidad.


Pasearnos entre la nostalgia de los años 20, los denominados “años locos” en la capital parisina y situarnos transitoriamente a finales del siglo XIX, es otro de los objetivos de Allen, mientras, vemos a Toulousse Latrec, que conversa ampliamente con la ficcional Adriana, -una aspirante a diseñadora de modas que reclama ser la nueva musa de Picasso-, quien también había sido interpretado años antes por Leguízamo en “Moulin Rouge”, por ser un cliente asiduo del mismo.
Y vemos la plena diversión de estos años, donde elementos como la tecnología y antibióticos no tenían cabida. Y asistimos a la comparación entre épocas de las que el mismo Allen ha sacado a relucir en sus entrevistas.
Ya varios filmes nos habían entregado una cuota de París como “Beso Francés”, “Dos días en París”, “Divorcio a la francesa”, o “Le fabuleux Destin d’Amelie Poulain”, (recomendadas todas), algunas que vienen a mi memoria prontamente y miles o millones más de las que no me acuerdo en el instante, no obstante, ninguna había dado un paso firme en el viaje en el tiempo entre la misma ciudad. Y éste es uno de los hallazgos más acérrimos en la historia, confluir dos épocas con un personaje que si bien no logra acoplarse del todo, por lo menos su personalidad paciente y jocosa lo convierte en invitado de honor para permanecer alrededor de estos míticos personajes.

Escena para no perderse: Todas.

Mi recomendación: No se pierda de esta exquisita pieza de arte. Corra ya hacia su cine cercano favorito!

9/13/2011

PREMIO BLOGGERO

Publicado por Carolina Pardo Delgado |




Es una gran sorpresa recibir un premio de parte de los lectores, y que más, que los mismos blogger-cinéfilos que son jueces, testigos y compañeros de la travesía que decidimos quienes mantenemos un espacio en la red y que día a día lo alimentamos de nuestra obsesión más férrea: el cine. Hoy, le doy gracias a Gerardo Medina del blog Cinéfagos Anónimos, quien me ha otorgado este premio, en vísperas del segundo año de este blog que se cumplirá en tan sólo siete días.

El premio bloggero tiene como objetivo principal ser una puente de comunicación entre bloggers, una manera de que todos nos conozcamos y de que nuestro trabajo sea un poco más conocido en la blogosfera. Posee cuatro requisitos fundamentales que deben cumplirse:

• Anunciarlo en una entrada de tu blog.
• Premiar a otros 10 blogs amigos y avisarles.
• Poner un enlace al blog que te ha concedido el premio.
• Compartir una frase y explicar por qué te gusta.

Dialoguista de Dialógos Cinéfilos

Giancarlo Verastegui de No es un blog habitual

Alberto de Demasiado Cine

Pabela de La Cinerata

Xavier vidal de Cinoscar y Rarities

Margui de Insensatos en Moria City,

Jose Barriga, de Un blog de Jose Barriga

Damián de Luca de Mas que palabras

John Blutarsky y Capitán Spaulding de La casa de los horrores

Pablo Martinez de El blog de Palitoh

Mi frase proviene de 500 days of Summer, una de los filmes románticos más representativos de esta era.

"For Tom Hanson this was the night that everything changed, that wall Summer so often hit by, the wall of distance of space, of casual that was slowly coming down, a place a few were invited to see".

Espero no ser esnobista en colocarlo en inglés, pero suena mucho mejor así...
Es justo cuando Summer deja entrar a Tom a su corazón, dejándolo ingresar en su espacio... aunque no sería por mucho tiempo...




Una enorme sensación de que algo le falta al filme es lo que muy seguramente percibirán los espectadores que vayan corriendo a las salas a ver este denominado Blockbuster o superproducción, con el titulo de (R) evolución planeta de los simios, con el que se espera por lo menos dos horas de acción en que estos animales se apoderen del planeta. Pero lo que realmente les aguarda parece ser una precuela de “El planeta de los simios” de 1968 protagonizada por el mítico Charlton Heston.

Aunque el título se encuentra parcialmente lejos de una sincronía con la historia, porque la revolución llega a menos de la mitad, el director juega una carta principal con todas las de la ley logrando un acercamiento entre el simio principal de la historia (Cesar) protagonizado por Andy Serkis, el mismo actor que haría las impresiones faciales y corporales para “El señor de los Anillos” como Gollum, y luego para "King Kong". Reconociendo así su trayectoria en conjunto con su brillante don Kinestésico, no es de esperar que la fusión entre el público y el simio sea casi simbiótica, además de que somos testigos de su nacimiento y posterior evolución.

No obstante, estoy un poco decepcionada de James Franco a quien al parecer todavía le falta fuerza escénica para apropiarse de un rol de científico obsesionado con encontrar la cura contra con el Alzheimer. Su personaje carece de cierta pasión y de sentido guerrero, -según el perfil de un creador-, más aún cuando la vida de su padre está en juego por la misma situación. Franco se encuentra muchas veces desvinculado emocionalmente, lo cual no motiva a sentir nada por su personaje. Y termina siendo manejado más como un títere del director, que un actor con carácter que pueda permitirse el peso de la superproducción.

El verdadero protagonista de este filme es la captura de movimiento de imágenes generadas por computador o CGI, a través de la compañía de Peter Jackson, Weta Digital que se encargó previamente de los efectos de “Avatar” “El señor de los anillos”, “King Kong”, entre otras. Weta es la responsable de que sea difícil creer que estos simios no son de carne y hueso.

Un guión que si mal viene con cierto sabor a inconcluso, en el que la resolución de la historia nos queda muy floja, plantea ciertos oportunos cuestionamientos de manipulación genética en animales, y sus nefastas consecuencias para la población humana.

En cuanto a la generación de la (posiblemente) inexistente droga ALZ 112 o su posterior evolución a la 113, se halla la cura ficcional para la pérdida de las normales funciones cerebrales del ser humano cuando el Alzheimer hace su presencia, añadiéndole funciones extra, como la evolución de las mismas que derivan hacia una mayor potencialización de la capacidad cerebral, algo parecido a la droga de “Sin límites”, la NZT-48.

Como sabemos, la industria fílmica va arrojando historias por doquier según sean los miedos o necesidades del ser humano en la era que le ocupe. Al parecer, estamos preocupados en generar un perfeccionamiento en las células cerebrales, o en poder acaparar mucho más del supuesto 10 o 20% de capacidad a la cual podemos acceder.

Un complejo de efectos especiales que ya habíamos visto, y por lo cual, muy pocas escenas realmente emocionará, y que muy a pesar del excelente trabajo de Weta Digital y de Andy Serkis, éstos quedan parcialmente opacados por la actuación simplona tanto de Franco como de Pinto (Slumdog Millionaire), entre otros. Este filme se reduce a un blockbuster entretenido que ha sido comparado con la creación de Frankestein, el cual se le sale de las manos a Victor, "progenitor" o inventor, tal como al personaje interpretado por Franco, se le escapa Cesar.

Escena para no perderse: Todas.

Mi recomendación: No vaya con altas expectativas y será recompensado.

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